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Por martinhache

Soy un convencido que cada cierto tiempo aparece un personaje en la música que termina cuestionándote todo lo que escuchabas anteriormente. John Lennon, Janice Joplin, Elvis, Ian Curtis, Kurt Cobain. Han pasado 15 años desde que apareció el último, pero felizmente alguien ha tomado la posta.

¿Quién es? Jack White. No sólo por la bandaza que formó con sus broders de la juventud: The Raconteurs. No por ser productor y bajista de algunos temas de otro genio: Beck. Ni tampoco por escribir una canción para un comercial de Coca Cola, menos por la súper banda sonora que escribió para Brokeback Mountain.

Todos esos méritos son secundarios si prestamos atención a la obra maestra e hija predilecta del buen Jack: The White Stripes.

Empecemos por el principio: White Stripes, aparece allá por el 97, cuando las radios nos destrozaban los oídos con Limp Biskit, Papa Roach y demás escoria que se producía en esa época. En Detroit dos personas le demostraban al mundo que para hacer buena música y rock and roll no era necesario mucho: dos personas, dos instrumentos, un pequeño garaje y una consola Tascam con dos canales. Nada más.

Como todo, la calidad fue en crescendo. Año 99 y aparece el De Stjil, con canciones que ya pueden tener su cartelito de clásicas: Hello Operator, Pretty Good Looking For A Girl y Apple Blossom. Nuevamente, usando dos instrumentos cuya antigüedad es mayor a la edad de los músicos. Esta vez un estudio de grabación como manda la ley. Eso sí, los muchachos no graban por canales, no señor.

El primer pico de la banda: White Blood Cells. No hay mucho que decir de este disco, Hotel Yorba y Fell In Love With A Girl como puntos conocidos; pero con temas que van desde la ternura We Are Going To Be Friends, hasta la rabia I Think I Smell A Rat. La vida es hermosa cuando hay gente que hace música así.

Para el 2003 aparece el que me parece es el disco que los termina de asentar en ese lugar que ocupan bandas como Nirvana, Joy Division, The Doors o Pink Floyd. El Elephant es simplemente genial, es de esos pocos discos en los que puedes escuchar los tracks en desorden y te da la impresión que escuchas otro disco completamente diferente. Recomendación: Hardest Button To Button y Seven Nation Army.

Finalmente, llegamos al 2005 y el Get Behind Me Satan, donde el eclecticismo llegan a niveles alucinantes. Marimbas, violas, piano de tubos y muchos sonidos que aparentemente eran completamente incompatibles con el rock and roll, pero que resulta que no eran tanto así.

Si me preguntan como se resume a una banda como White Stripes, la respuesta es simple: Genios. El minimalismo de instrumentos y sonidos, la voz desgarrada, una propuesta visual coherente y que no puede pasar de moda, y un líder de banda que ya le sacó bastante ventaja a sus colegas músicos, y que se aproxima a ese olimpo que es ocupado solamente por genios. Moby lo mira de lejos y Lennon le hace un sitio!

Guía Práctica de Escucha de The White Stripes

¿Cómo debes vestirte para escuchar White Stripes?
Usar Frac, chistera y bastón. Las tabas: All Star clásicas negras.

¿Qué debes tomar mientras escuchas White Stripes?
Chela, abundante y helada.

¿Quién te debe acompañar mientras escuchas White Stripes?
Tus patas, los que nunca soltarán un comentario desapropiado.

¿Qué debes decir después de escuchar los 5 discos de White Stripes?
“Ahora ponte el de Raconteurs…"

Eme-Pi-3


Hello Operator


Little Bird

Video:

Blue Orchid

Hardest Button to Button