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Por. El Mantra

Cada vez es más difícil hacer cosas nuevas. Los grupos tienden a repetirse, como si en algún lugar existiera una maquina que los replicara anualmente. A falta de unos nuevos Rolling Stones tenemos a los mismos de siempre, Bob Dylan nunca para de girar y Kimya Dawson es un soundtrack.

Si se es amante del sonido clásico, o si The Strokes es su grupo preferido, no es probable que Vampire Weekend, la banda de 4 estudiantes de la universidad de Columbia, esté en su top 10 musical. De hecho, ni siquiera en mi top 20 aparecen los Vampire pero trabajan bien, y van subiendo casillas. El mérito de este grupo, el gran mérito que yo le encuentro, es que hacen las cosas diferentes y sencillas.

Vampire Weekend nació apenas en 2006 cuando Ezra Koenig (voz y guitarra), Rostam Batmanglij (teclados y voz), Chris Baio (bajo) y Christopher Tomson (batería) se juntaron un rato para hacer una película. La cinta trataba de un tema un tanto estupido: Como, durante un fin de semana, Ezra luchaba contra vampiros enmascarados tratando de proteger su virginidad. De esa primera experiencia les quedó el nombre para una banda y las ganas de hacer algo mejor. Después de graduarse, y en trabajos de tiempo completo, los cuatro decidieron terminar su álbum debut llamado, como esa película fallida o como ellos mismos, Vampire Weekend. Y así es este disco. Sencillo y sin pretensiones. Sólo cuatro amigos tocando, cantando sobre cosas que, tal vez, les pasaron mientras estudiaban en la universidad. Entonces es cuando empiezan a subir posiciones.


En 2007 su canción "Cape Cod Kwassa Kwassa" ocupó el número 67 entre las 100 mejores canciones de las revista Rolling Stone, en marzo de 2008 la revista Spin los catalogó como la mejor banda nueva del año y, además, fueron el primer grupo en aparecer en la portada de dicha revista tras lanzar su álbum debut. En Colombia los Vampire Weekend sonaron en Radionica, una emisora estatal, con dos sencillos "Cape Cod Kwassa Kwassa" y “A-Punk”, llegando a ocupar el primer lugar del top 25 con esta última canción.

Sólo hace falta esperar. En diez años es probable que el llamado Indie Rock haya desaparecido y en su reemplazo quede alguna horrible mutación que mezcle sonidos del Glam y el Reggaeton. Pasaran los años y los Rolling Stones seguirán siendo los mismos, Bob Dylan continuará en su Neverending Tour y Kimya Dawson, o los Moldy Peaches, va a seguir siendo el soundtrack de una película hermosa. Para entonces, tal vez, los Vampire Weekend ya habrán escalado posiciones en algunos tops personales y dejaran de ser el grupo nuevo que tomó su nombre de una mala película universitaria.